ITESAL Ventanas: PATROCINADOR III Gala Aragonesa de la Edificación.

ITESAL Ventanas: ETERNALUM, aleación 100% aluminio posconsumo que no tiene rival en sostenibilidad

Itesal, la empresa zaragozana referente en el diseño, fabricación y distribución de sistemas y soluciones de aluminio para la arquitectura, consciente de los retos que plantea el cambio climático ha conseguido un avance que marca un antes y un después en la sostenibilidad. Se trata de ETERNALUM, una aleación 100% de aluminio posconsumo que lidera el mercado y no tiene rival en sostenibilidad.

Esta aleación, utilizada principalmente para soluciones arquitectónicas, garantiza las más altas prestaciones y tiene la virtud de ser reutilizable infinitas veces, por lo que reduce en más de un 95% la huella de carbono para volver a ponerla en uso en forma de otros bienes, como, por ejemplo, ventanas, muros cortina, barandillas, ….

Este logro representa la consecuencia lógica de años de compromiso con el Medio Ambiente, ya que es una aleación de aluminio 100% posconsumo que mantiene los máximos estándares de calidad y reduce en un 95% las emisiones de C02 con respecto a otra de origen extractivo, abre la puerta a una transformación radical en la arquitectura del presente.

Itesal es la única compañía aragonesa que ofrece este tipo de producto, óptimo para ventanas, cerramientos, barandillas, puertas, muros-cortina…

La Unión Europea ha declarado al aluminio como material estratégico en cuanto a sostenibilidad, por lo que se postula como la solución idónea ahora que la reciclabilidad es una cuestión clave en cualquier sector.  

Sectores como la construcción, muy sensibles a los condicionantes de la huella de carbono, ponen su punto de mira en este material. La vida útil del aluminio es infinita, dado que puede reciclarse una y otra vez sin perder sus propiedades, al contrario que ocurre con otros materiales.

Además, el consumo energético para obtener aluminio reciclado es mucho más bajo, lo que incide directamente en la huella de carbono. La mayor ventaja es que, en su primer uso, cuando procede directamente de la materia extractiva (bauxita), si por cada unidad de aluminio se necesitan, por ejemplo, 100 unidades de energía, al reciclarlo necesitaremos en torno a un 95% menos; es decir, menos de un 5% de la energía inicial.