Nos gustaría dar a conocer la historia que se esconde detrás de los reconocimientos que reciben los ganadores de cada categoría, ya que nada en esta imagen del galardón es casualidad y todos sus detalles tiene una razón de ser.
En estos premios, se ha pretendido reunir toda la esencia de esta iniciativa, representando la unión entre la defensa y conservación de nuestro patrimonio y la innovación más puntera aplicada a nuestros edificios.
Y por eso las estatuillas se han pensado como un elemento que defina a todos como profesionales y como aragoneses.
De esta forma, se representa la columna anillada típica de los palacios aragoneses del renacimiento -como ejemplo de creatividad y sofisticación en el diseño que define muy bien la labor de los proyectistas-, y por otro lado, en la basa en la que se apoya el fuste, se disponen unas celosías de ladrillo manual que reflejan a la perfección la profesionalidad y practicidad de los técnicos encargados de la ejecución de las obras. Además, el color que la distingue es el Pantone de cada año.
Para su elaboración se han empleado las técnicas más innovadoras en diseño e impresión 3D, con tecnología punta de una empresa, por supuesto, aragonesa.
